sábado, 27 de agosto de 2016

NUEVOS TIEMPOS: EN LA MESA DE TRABAJO FORESTALES, ONGs Y EL GOBIERNO

Por: Raúl Herrera Soria


El gobierno del expresidente Ollanta Humala dejó al país en medio de una crisis económica acentuada por la carencia de puestos de trabajo y una economía frenada. Particularmente en Loreto la situación es más sentida debido a la disminución de las asignaciones del canon petrolero y otras rentas que ayudan a mejorar o sostener el funcionamiento de los estamentos de gobierno (regional y local) que tiene el Estado peruano.

La desesperante situación hizo que hace unos meses, en los últimos que le restaban a Humala, las municipalidades y el Gobierno Regional loretanos hicieran un llamado de urgencia para buscar fondos de compensación a los dineros no recibidos, y Las organizaciones dedicadas a la actividad forestal y otras disciplinas fijadas en aspectos de producción tuvieron que solicitar sean destrabados los mecanismos burocráticos que prácticamente llevaron a la bancarrota a los actores forestales.

Lo primero parece haberse encaminado a la solución con el inicio del cumplimiento del gobierno de PPK que cuál salvavidas dispuso la transferencia de una cantidad de millones de soles que no soluciona plenamente pero si ayuda en la crisis a los organismos estatales (Municipalidades y Gobierno Regional) loretanos.

Pero en el caso de la actividad privada, la sesgada actitud del gobierno humalista, con escasa vocación de promoción a la inversión no estatal, la ha llevado a la virtual bancarrota a los forestales que buscan que sean destrabadas las normas atentatorias que son administradas desde el Ministerio del Ambiente y desde Agricultura, donde se atornillaron personajes fuertemente vinculados a las ONGs ambientalistas de actitud extrema que le han puesto obstáculos a todo tipo de propuesta de alternativa.

La instalación en Iquitos de una mesa de trabajo forestal para el próximo 2 de septiembre, ya es un adelanto en el proceso de recuperación de la actividad maderera en un escenario donde se tiene expectativas cifradas por los nuevos personajes que representan al Estado con una actitud diferente, con una visión más coherente con la vida y el bienestar de las personas a través de una justa y correcta aplicación de políticas para un desarrollo sostenible.


El Perú necesita de palabras, gestos y hechos que le lleven a un crecimiento en el que los principales actores sean sus pobladores con capacidad de gastar y contribuir a resolver sus problemas de educación, alimentación, salud y bienestar en general. Claro, existen compromisos del Estado peruano con los organismos internacionales por el control del ambiente y la contribución con el equilibrio de la biodiversidad, pero con el respeto a la persona humana como elemento principal del planeta.    

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