sábado, 20 de agosto de 2016

LA CARRETERA POR LA QUE YA COMIENZAN A RENEGAR


Por: Raúl Herrera Soria

La propuesta del presidente Pedro Pablo Kuczynski de construir una carretera que integre a Iquitos con el resto del Perú es sin lugar a dudas, para los amazónicos de esta parte del país, el mejor anuncio de su mensaje de ingreso a su gobierno.

Pero frente a esto, ya aparecieron las reacciones de quienes están interesados en el negocio del medio ambiente. La puesta en ejecución y  su realización no solamente mejorará las condiciones sociales sino que también económicas  de los pobladores y las poblaciones asentadas en la zona de influencia por donde pase la proyectada carretera.

No está de más recordar que una vía de estas características le dará otro sentido a la vida de los loretanos. Ampliará la frontera vial, tan recortada para los loretanos que carecen de herramientas como las carreteras que traen consigo mejoras en la economía y el interés de la inversión privada, de la que no se debe tener pánico ni enojo porque con ella se viene la generación de nuevas oportunidades.

Además habrá posibilidad de redescubrir espejos de agua para el uso en cultivos acuícolas, de sembríos agrícolas o forestales y de abrir la oportunidad del crecimiento social y económico de esas personas profundamente empobrecidas en medio de bosques inertes e improductivos.

Los ambientalistas, apelan su oposición al proyecto argumentando el impacto ecológico que una construcción de estas características ocasiona en el ambiente. Moisés Panduro, constante analista de estos temas, ha comentado en su cuenta del Facebook que “este proyecto debe constituirse en un modelo peruano de "carretera verde". No solo es el trazo de la vía, el proyecto debe tener un contenido integral, ser socialmente viable, ambientalmente armónico con la naturaleza, técnicamente consistente a partir de las lecciones aprendidas en todo el mundo”.

Los más pobres están en medio de esos bosques, a los que no se dañará, que no tienen acceso a mejoras en su situación económica, que viven en pobreza por falta de trabajo, educación, salud (hombres y mujeres de toda edad con hemoglobina muy por debajo de los permisible, con anemia crónica), con una desconexión con la modernidad y la tecnología. Para ellos se le presenta la oportunidad.

Esas y otras razones conducen a la defensa del proyecto carretero. Pero eso sí, para hacer una obra de estas cualidades se necesita ser respetuoso del ambiente, del equilibrio de la naturaleza y ser coherente con el desarrollo de las sociedades peruanas y una en particular que es la sociedad de Loreto que necesita un desarrollo sostenible, que no es otra cosa que el progreso con soporte de manejo equilibrado de la naturaleza y teniendo al hombre que es el ser privilegiado sobre las plantas y los animales.


Por otra parte, la defensa de los pueblos originarios es una acción necesaria, es un deber del Estado cuidar la vida y el bienestar de ellos, pero al hacerlo debe esgrimirse conceptos mejor ubicados en el tiempo y argumentos más honestos con la realidad y las propiedades en la que el Estado, que somos todos nosotros, tiene parte determinante.

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