sábado, 30 de abril de 2016

LORETO PIDE INDEPENDENCIA? QUIÉN LO PIDE? QUIÉN LO QUIERE?

Por: Raúl Herrera Soria

El presidente del Consejo de Ministros no asistió a la mesa de conversaciones a la que el mismo había invitado para conversar con el gobernador Regional y el presidente de la Asociación de Municipalidades de la Región Loreto, demostrando de esta forma el poco interés que tiene el gobierno nacional por los temas de la economía de los pueblos de Loreto, cuyas instituciones desde hace tiempo tienen presupuestos carentes de financiación debido a la reducción de las asignaciones del canon petrolero que los han puesto al borde de la quiebra y a la desesperante condición de cerrar sus puertas.

Es que al presidente Ollanta Humala le interesa frustrar cualquier movimiento que deteriore aún más la enferma tranquilidad del país, esto quiere decir neutralizar cualquier protesta. Primero que estratégicamente frustró la llamada “marcha de sacrificio” de los loretanos que tenía destino Lima y segundo, que reuniéndolos en el Consejo de Ministros e induciendo a que ese encuentro se quiebre traía por los suelos la demanda de los loretanos.

El escenario de hoy es incierto, son momentos de distracción electoral. La atención se fija en la segunda vuelta, lo demás quisiéramos o no es cosa de una atención menor. La jugada del señor Ollanta Humala y compañía ha sido bien calculada, como dirían en la costa del país “nos agarraron de lornas”.

En medio del desconcierto, de pronto aparece un nuevo discurso: el del gobernador regional de Loreto, quien ahora levanta la bandera de la independización iniciando un discurso trasnochado, inaplicable en los actuales momentos. Una cosa son los tiempos de Cervantes que se rebeló ante el gobierno central en los años de las primeras dos décadas del siglo pasado clamando descentralización y la atención para que se resuelven las más sentidas necesidades de los iquiteños y lo de hoy, es un momento con realidades muy bien diferentes.

Aunque ni ayer ni hoy tuvimos lo suficiente para “liberarnos” del Perú y buscar la independencia. Más allá de nuestros sentimientos chauvinistas que exaltan de forma desmesurada lo poco que tenemos y lo insuficiente de nuestros ímpetus para enfrentar lo que exige ser una nueva república.

Si el argumento es deshacerse de la prepotente acción del centralismo, habrá que considerar que es solamente un pretexto porque de centralismo estamos empachados los loretanos con solamente mirar la forma cómo desde Iquitos se manejan las cosas para Loreto en lo económico y social.

Para justificar basta mirar las autoridades que elegimos que rebuscan con mezquindades los mecanismos para satisfacer primero sus apetitos políticos y luego, sí es que queda, para luchar por los intereses colectivos. No elegimos bien, eso lo sabemos claramente, muchos callamos, otros levantan la voz y los más dejan seguir. Navegar en la corriente de la independización de Loreto es seguir el cauce con destino al precipicio.