Por:
Raúl Herrera Soria
El
reconocimiento al cacao como especie originaria de la Amazonía le da mayor
fortaleza al sentido de crecimiento de la actividad productiva, pero advierte la
necesidad de brindarle mayor importancia al tema de los cultivos que se
desarrollan en las plantaciones de Tamshiyacu.
Sin
lugar a duda, de acuerdo a la expresado por la empresa Cacao del Perú Norte, ésta apostó
por una inversión para una producción a escala mayor en esos predios con el
conocimiento de la rentabilidad de un producto que siendo así será capaz de
darle un cambio a la dinámica económico y social de Tamshiyacu y será un modelo
en el que hay que fijarse para replicarlo en cualquier otro escenario de
Loreto.
Bien
advertidos estamos, aunque suene a repetitivo, que la crisis del petróleo está
llevando a situaciones extremas donde se fijan factores como la caída del precio
del barril de crudo en el mercado internacional, la baja de la producción y el
estancamiento de su transporte por el oleoducto hasta los grandes centros de
refinación de la costa peruana, lo que finalmente profundiza la debacle y los
estertores del boom petrolero.
Ayer
fue bonanza, ahora son solamente recuerdos y lamentaciones; los tiempos ahora son
diferentes, son duros y hasta complicados para los nuevos caminos que se deban
emprender, más aún cuando en medio de las dificultades está la palabra y el
pregón de las ONG ambientalistas que llegan con varios nombres y formas,
actuando casi siempre detrás de mascarones en los que se oponen a cualquier proceso
de crecimiento alterno.
Lo
del cacao es una realidad expresada con resultados en la selva cusqueña, en la
selva central, en San Martín, en Amazonas y en algunas poblaciones de Loreto,
siendo importante considerar que lo de Tamshiyacu es una ruta de desarrollo
hacia un horizonte mayor. Y ahí hay detalles que resaltar.
Uno
de los principales productos en siembra es la variedad del llamado cacao
nativo, todo un emblema que se ha distinguido por su condición de originario,
tanto es así que los investigadores lo identifican por sus siglas IMC que
dichas en inglés es Iquitos Marañón Collection, señalando que sus primera
apariciones se dieron entre esta ciudad y los bosques de estas cuencas, desde
donde migró a muchos lugares del Perú y el mundo.
Las
cualidades y calidades de este cacao nadie ha discutido al contrario es muy
bien apreciado por ser el patrón de donde se reproducen otras especies
cotizadas por su aroma y sabor.
El
cacao, increíblemente, en su proceso productivo es atacado con desinformación y
otros argumentos que solamente crean confusión, y los ataques llegan desde el
lado de ONGs que infelizmente solamente han señalado un camino cargado de
obstrucción. Lo que el país necesita, y particularmente Loreto, es la urgente implementación
de proyectos que apunten a combatir el desempleo y con ello aplacar el hambre y
la pobreza de sus pobladores.
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